Fuera está lloviendo. Es una sensación extraña; agradable y desoladora a la vez. Te asomas a la ventana y ves cómo chocan las gotas de lluvia contra tu cristal, y a lo lejos un rayo, que, del suelo al cielo, recorre ese inmenso espacio que crees tener al alcance de la mano. Pero sólo es una ilusión, como ilusión es el amor. Y sientes una tranquilad que no entiendes, porque no se sabe bien de donde proviene. Te quedas observando por la ventana, mirando al vacío, pensando en mil y ninguna cosas. De repente sientes cansancio; te quedarías allí, sin moverte, para siempre. Pero la lluvia cesa, como todo en esta vida. Fuera ha llovido, o quizá fue en mi corazón.
viernes, 12 de octubre de 2007
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3 comentarios:
me gusta esta primera reflexion :)
Bonito...
Gracias a los dos :)
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